Los antivacunas están en todo el mundo. No creen en la pandemia y menos en las vacunas. Pero en Portugal, ello podría cambiar tras saberse de la muerte, en menos de diez días, de casi toda una familia contagiada por Covid-19 que rechazó inocularse. Primero fue uno de los hijos, luego el padre y finalmente la madre. Sólo se salvó el hijo menor vacunado que vivía en Gales.
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