CONSERJE DE 80 AÑOS VIAJA TODOS LOS DÍAS 100 KILÓMETROS A SU TRABAJO, PORQUE SU PENSIÓN NO LE ALCANZA | Publimicro
CONSERJE DE 80 AÑOS VIAJA TODOS LOS DÍAS 100 KILÓMETROS A SU TRABAJO, PORQUE SU PENSIÓN NO LE ALCANZA

CONSERJE DE 80 AÑOS VIAJA TODOS LOS DÍAS 100 KILÓMETROS A SU TRABAJO, PORQUE SU PENSIÓN NO LE ALCANZA

Ricardo Ramírez Cárcamo, adulto mayor de 80 años de Limache, todos los días viaja a Viña del Mar a trabajar como conserje de un edificio. Lo hace porque no le alcanza su jubilación. Tiene turno nocturno, ya que de día cuida a su mujer enferma de 90 años. Aunque tiene permiso para no ir en pandemia, el va igual ya que dice “necesita la plata”.

Ramírez fue sorprendido por Carabineros el pasado 5 de abril barriendo la vereda de su edificio en pleno horario de toque de queda. Si bien en un comienzo pensaron que podía ser abuelo de una de las residentes que paseaba a su perro, la mujer señaló a los funcionarios policiales que se trataba del conserje, quien trabaja hace más de 20 años para esa comunidad.

Y así lo ha hecho cada día, viajando más de 100 kilómetros de ida y vuelta desde su hogar en Limache, hasta el edificio donde trabaja en la Ciudad Jardín. Hoy en pandemia y corriendo todos los riesgos sanitarios de un posible contagio para una persona de su edad, lo hace tomando una micro y haciendo combinación un tramo en el Metro porteño.

A pesar de que lo mejor hubiese sido que por su edad don Ricardo no se expusiera al virus, él dice que no puede dejar de asistir a su trabajo. Aunque el administrador del edificio le concedió permiso para que no fuera, decidió presentarse igual el pasado miércoles, ya que el mismo indica que “necesita trabajar ya que no le alcanza el dinero”.

La administración del edificio confirmó que el conserje trabaja en ese edificio hace más de 20 años y que se le otorgó turno de noche por razones familiares, ya que el propio trabajador lo solicitó. También detallan que, durante la primera cuarentena en 2020, don Ricardo permaneció tres meses en su hogar, periodo en el que se le pagaron completas sus remuneraciones y cotizaciones.

“Yo pedí el turno de noche porque durante el día cuido a mi señora que tiene casi 90 años. Es la realidad de muchos viejos. A mí no me alcanza y no queda más que trabajar para poder vivir”, reveló el adulto mayor. Desde la administración le ofrecen una indemnización de 2 millones de pesos por su retiro voluntario, suma que él considera insuficiente.

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