El encuentro entre Racing, donde juega Gabriel Arias y el Platense, terminó de forma polémica para el arquero de La Roja. Tras el pitazo final, que dio por ganador por 1-0, al equipo del portero chileno, Arias no pudo contener su rabia e hizo gestos obscenos a la hinchada contraria, quienes le gritaban cosas y se burlaban de su nacionalidad. Tras cartón, fue expulsado por su comportamiento y se le acusó de “incitar a la violencia”, por lo cual fue llevado a la comisaria. Una vez liberado, explicó su actuar: “Es muy difícil la sociedad en la que estamos, que se toma el trabajo de buscar los nombres de familiares y atacarme durante el partido”, confesó el guardameta nacional. “No aguanté más y exploté contra cuatro personas, no es nada contra toda la gente de Platense”, señaló Arias.
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