Con tecnología israelí y una inversión cercana a los 800 millones de pesos, se inauguró en la localidad costera de Duao, en Lincanten, la primera planta desalinadora de agua del Maule. El presupuesto estuvo a cargo del Gobierno Regional, que espera potabilizar 250 metros cúbicos de agua de mar a agua potable por día, generando así una potencial solución a la grave megasequía que sufre hace 12 años la región y el país.
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