Prisión preventiva para Christian González Morales, médico ecuatoriano de 31 años, y José Miguel Báeza Cortés, chef chileno, ordenó el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago, quienes está imputados por el homicidio calificado en el caso de Francisco Albornoz, joven técnico en farmacia de 21 años, que se encontraba desaparecido, siendo encontrado su cuerpo sin vida en Rancagua. La Fiscalía Metropolitana Oriente formalizó a los sospechosos este sábado. El tribunal aceptó la solicitud del Ministerio Público y resolvió mantener a los imputados en reclusión. Sin embargo, la jueza precisó que, por ahora, la causa se considera como homicidio simple, mientras se recopilan más antecedentes. Francisco Albornoz desapareció por once días tras reunirse con dos hombres cerca de Plaza Egaña, en la comuna de Ñuñoa. Equipos de búsqueda lo encontraron sin vida en la ribera del río Tinguiririca, en la Región de O’Higgins. En un principio se barajó la tesis de un infarto por sobredosis, pero el informe del SML de San Fernando, descartó tal posibilidad, señalando que el deceso se habría producido por un traumatismo encéfalo craneano. La Fiscalía analiza informes de autopsia y exámenes toxicológicos, presentados durante la formalización. Estos elementos serán clave para esclarecer cómo ocurrió el golpe fatal que terminó con la vida del joven.
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