El Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur (NIS), confirmó que las tropas norcoreanas enviadas a combatir en la guerra ruso-ucraniana, han sufrido bajas abismantes, por lo que fueron retiradas de la primera línea de fuego. Hasta la semana pasada se había notificado de 300 muertos y 2.700 heridos. Lo que significa que actualmente habría al menos mil fallecidos. La cifras que son estimativas, sabiendo la idiosincracia tanto de Moscú como de Pyongyang, de no revelar datos de este tipo, deben ser tomadas con cautelas. Cabe recordar que hasta tierras rusas llegaron unos 11 mil soldados norcoreanos en octubre pasado. Las tropas norcoreanas que están posicionadas en la región rusa de Kursk ya no están combatiendo. Este territorio fue tomado por los soldados ucranianos y los rusos debieron recuperarlo a expensas de los norcoreanos. Las tropas de Piongyang no conocen el territorio, ni el idioma ruso, tampoco han participado en una guerra propiamente tal desde la Guerra de Corea en la década del 50. Además, Ucrania ha incorporado a la guerra, el uso de drones de largo alcance, que ha provocado muchas bajas asiáticas. A todo esto se suma, que el escenario bélico cambió. Con la llegada de Donald Trump, éste aseguró que podía terminar la guerra en Europa del Este a través de negociaciones.
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