Las altas temperaturas registradas los últimos días en la zona centro del país, que han superado los 34° grados, han puesto en alerta a las personas por los efectos que podrían traer para la salud. Dentro de ellos se encuentran los llamados golpes de calor, los que consiste en un aumento brusco en el calor corporal, alterando el funcionamiento al interior del organismo. Sobre esto, la encargada del proyecto de la carrera de Medicina de la Universidad de La Serena, Natasha Kunakov, explica que “nosotros con nuestro metabolismo generamos calor y si hay un calor externo que está más o menos a la misma temperatura entonces el cuerpo no puede eliminar este calor y eso afecta al organismo. Y si no podemos eliminarlo se empieza a quedar adentro, se empiezan a alterar una serie de funcionamientos dentro del organismo donde se pueden producir daños cardíacos y renales”. La académica explica que “cuando esta sensación de calor se vuelve grave, la persona comienza a percibir un estado mental alterado, como de confusión, agitado e irritable. Ya no empieza a pasar sudoración, entonces la piel se siente seca, se pueden sentir náuseas y la frecuencia cardíaca está acelerada, porque el corazón hace muchísimo trabajo moviendo la sangre para enfriar el cuerpo”, afirma la académica.
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