Japón sigue sufriendo los efectos del megaterremoto que azotó el oeste del país el pasado lunes, esta vez con las ya innumerables réplicas que han desatado el pánico entre sus habitantes. Al momento de hacer el balance general, las autoridades que en un comienzo estaban optimistas por mínimas pérdidas de vidas humanas, han debido cambiar su discurso, a otro mucho más terrible. Al menos 62 personas han muerto, según lo que pudieron recabar hasta este miércoles, mientras los rescatistas luchaban para salvar a los que se temía atrapados bajo los escombros de los edificios derrumbados. Las réplicas continuaron sacudiendo la prefectura de Ishikawa y áreas cercanas dos días después de que un terremoto de magnitud 7,6 azotara el área. Las primeras 72 horas se consideran cruciales para salvar vidas después de un desastre. Los servicios de agua, electricidad y telefonía celular seguían cortados en algunas zonas. Los residentes expresaron su pesar por su futuro incierto. De las muertes, 29 se contaron en la ciudad de Wajima, mientras que 22 personas murieron en Suzu, según las autoridades de la prefectura de Ishikawa. Decenas de personas han resultado gravemente heridas, incluso en las prefecturas cercanas.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis




