Con la firma de un decreto, prohibiendo la exportación de petróleo ruso a todos los países que quieran imponer un tope de 60 dólares por barril de crudo, el mercado del petróleo se ha remecido. A partir del primero de febrero del 2023, el Presidente Putin quiere frenar dicha medida y salvaguardar los intereses económicos de Rusia. Entre los países amenazados estarían los países del G7, la Unión Europea y Australia. Pero eso no es todo, también el gobierno de Moscú ha amenazado con la posibilidad de reducir la extracción de petróleo entre unos 500 mil y 700 mil barriles diarios, generando un potencial claro desequilibrio mundial en el stock promedio del llamado “oro negro”.
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