Una nueva investigación médica ha relacionado a la vacuna COVID-19 de AstraZeneca, con un mayor riesgo de un trastorno de la coagulación sanguínea, poco común pero mortal, conocido como trombocitopenia y trombosis inmunitarias inducidas por vacunas (VITT). Los hallazgos se produjeron casi un mes después de que gigante farmacéutico inglés, admitiera que sus vacunas COVID-19 «Covishield» y «Vaxzevria» pueden causar el síndrome de trombocitopenia trombosis (TTS) en casos raros. El TTS es una extraña afección caracterizada por una disminución en el recuento de plaquetas y la formación de coágulos de sangre en lugares inusuales del cuerpo. AstraZeneca se enfrenta a una demanda colectiva en el Reino Unido por afirmaciones de que su vacuna COVID provocó varias muertes y lesiones graves. Las víctimas y sus familiares han presentado más de 50 demandas contra la farmaceútica británica, reclamando daños y perjuicios por un total de más de 100 millones de euros. En medio del escándalo, la compañía anunció el mes pasado que había comenzado a retirar su vacuna COVID-19 debido a un «excedente de vacunas actualizadas disponibles» que apuntan a nuevas variantes del virus.
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