Finalmente, lo que se temía ocurrió. El fútbol pasó a segundo plano, por culpa de unos inadaptados, que no debieran jamás volver a pisar una cancha de fútbol. En lo que se esperaba fuera una fiesta este domingo, en el encuentro que enfrentaba a Colo versus Huachipato, por la Supercopa de Chile 2024, encuentro que además estrenaba la nueva cara del Estadio Nacional, tras los arreglos realizados por los Panamericanos, terminó de forma repudiable. La delincuencia se vistió de hincha y amargó la tarde de miles de personas que llegaron a ver un espectáculo deportivo. Cuando Colo Colo derrotaba 2-0 a Huachipato, lamentablemente las miradas se concentraron en las tribunas debido a los graves incidentes protagonizados por integrantes de la Garra Blanca. Faltaban pocos minutos para el término del encuentro, cuando un grupo de descolgados invadió una zona restringida del Estadio, con el fin ulterior de saltar a la cancha, cuando el árbitro diera por terminado el encuentro. Advertido de ello, las autoridades suspendieron el encuentro, no antes pedirles varias veces a los desadaptados que abandonaran el lugar, hecho que nunca ocurrió y por lo contrario, el llamado generó enfrentamientos con los guardias privados y Carabineros. Para más remate, delincuentes vandalizaron y prendieron fuego al histórico Memorial de Detenidos Desaparecidos del Estadio Nacional, gota que derramó el vaso y decretó el fin del partido sin entrega de Copa, saludos, entrevistas y menos, que el grueso del público, pudiera disfrutar de un espectáculo como todos esperaban.
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