Durante la jornada de este pasado domingo, no solo la final de la Copa América fue tema en las calles de Miami. Enlodando toda la fiesta continental, la violencia fue protagonista en paralelo, hecho que puso en jaque a la ciudad y sus fuerzas de seguridad. Las autoridades del condado de Miami-Dade investigan los fallos que propiciaron el caos, violencia y destrucción vividos durante este día. Este domingo muchos hinchas que compraron boletos, no pudieron ingresar al estadio y menos ver la gran final, además de sufrir golpes y desmayos debido a las altas temperaturas. Horas antes del inicio del encuentro, cientos de personas que no tenía entradas rompieron los cercos de seguridad, treparon vallas y se saltaron los torniquetes de acceso al recinto, una situación que generó el caos, estampidas y obligó al cierre de las puertas, así como a retrasar en al menos 45 minutos el inicio del partido. Las redes sociales viralizaron numerosas escenas de pánico y tumulto, además de insólitas imágenes de hinchas colombianos intentando ingresar al estadio a través de los ductos de ventilación del recinto. “Estamos indignados por lo que pasó esta noche durante la final de la Copa América”, señaló en un comunicado la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine-Cava, para quien “esta situación es culpa exclusivamente de los organizadores (Conmebol) y nunca debería haber ocurrido y no puede volver a ocurrir”.
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