Aquejado de una complicada gripe, el Papa Francisco, por segundo día consecutivo rezó el “Angelus” en su residencia de Casa Santa Marta, pero desafortunadamente por su complicado cuadro respiratorio, no pudo terminar la liturgia y debió ser reemplazado por uno de sus colaboradores. Sin embargo, al final de ella, el Sumo Pontífice se dio ánimo y fuerza para pedir un “alto al fuego y una tregua permanente” para el conflicto bélico que protagonizan Israel y Hamás, señalando que las partes involucradas busquen a la brevedad “vías valientes de paz”. En Israel y Palestina la situación es grave. Duele que la tregua se haya roto, eso significa muerte, destrucción y miseria», dijo el papa al final del rezo.”Muchos rehenes han sido liberados, pero muchos siguen todavía en Gaza. Pensemos en ellos y en sus familias, que habían visto una luz, una esperanza de abrazar a sus seres queridos”, señaló el texto que a duras penas leyó el Papa. Francisco también tuvo palabras para la matanza que se vive en el enclave: “en Gaza hay tanto sufrimiento, faltan tantos bienes de primera necesidad”.
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