Conocida como “la paciente de Nueva York”, nadie conoce su identidad. Sólo se sabe que es una mujer mestiza, hija de padre y madre de distintas razas, que fue diagnosticada con VIH y leucemia y que tras un exitoso tratamiento con células madres, sería “la primera persona en el mundo que se curó de Sida”. La paciente, habría sido tratada con células madre procedentes de un cordón umbilical, suplementado con células adultas donadas por un familiar.
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