Catalina Riquelme acaba de cumplir dos años en Transportes Nazar, es su primer trabajo y donde es la única mujer dentro del taller de refrigeración de la empresa. La joven estudió mecánica automotriz, pues desde pequeña su papá, conductor de camiones, la familiarizó con el rubro.
“Desde que tengo uso de razón anduve sobre un camión, mi papá me llevaba a pasear. Ahí nació mi pasión por el rubro tuerca y con el tiempo le fui tomando el gusto a la velocidad. Me acuerdo que cuando tenía 10 años, él me subió arriba de una máquina con caja mecánica para enseñarme a manejar, pero cuando estaba pasando los cambios y casi choco con la casa de una vecina, pues aceleré mucho, pero alcancé a frenar”, recuerda la joven de sus inicios.
Sus amigos también fueron un motor fundamental para que Catalina decidiera embarcarse en estudiar mecánica, pues ellos eran fanáticos de los motores y las corridas de autos. “En el instituto éramos cinco mujeres de un total de 41 personas, pero nunca tuve problemas con que fuéramos minoría”, comenta Riquelme.
RUBRO DE HOMBRES
Catalina es la única mujer entre ochenta mecánicos que trabajan a lo largo de todo Chile en Transportes Nazar. La joven reconoce no haber tenido mayor inconveniente, aunque reconoce que al comienzo los mayores miraban su trabajo con duda. “Yo tengo buena relación con todos, pero en la noche solían llegar conductores con diferente tipo de “panas” y me miraban de manera extraña, con poca fe mi trabajo, pero al ver los resultados se solían retractar”, relata la mecánica.
«En Transportes Nazar, Catalina Riquelme es una fuente de inspiración y motivación. Su posición como la única mecánica en nuestro taller de refrigeración desafía los roles de género en una industria predominantemente masculina, demostrando que la habilidad y la determinación pueden superar cualquier barrera. Su éxito nos motiva a buscar más mujeres talentosas para unirse a nuestro equipo y enriquecer nuestra empresa, creando un ambiente inclusivo y diverso», relata Leandro Parra- Gerente de Mantención, Transportes Nazar.
El trabajo específico de Catalina es reparar los equipos de refrigeración, los fríos que van sobre la rampla de los camiones. “Ha sido una linda experiencia, pues al comienzo no sabía nada, pero me han enseñado y apoyado mucho. Ser mujer en el rubro dicen que no es fácil, pero para mí ha sido un completo agrado”, sentencia Riquelme.
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