Este martes, la comunidad internacional realizó una fuerte campaña, simbolizada en el aumento en las llamadas a la Casa Blanca en Washington, para que, por razones humanitarias, revierta las sanciones económicas que mantiene Estados Unidos a Siria. El motivo es el innegable número de muertos ocasionados por los devastadores terremotos de 7,7 y 7,6° del lunes, cifra que aumentó este miércoles a 7.900 en Turquía y Siria, según estimaciones de los medios oficiales. Según la oficina de prensa de la sede de la gobernación de Alepo y el ministro de Salud de Turquía, Fahrettin Koca, el número de heridos a raíz de este devastador movimiento telúrico aumentó a 31.777 en Turquía y 1.449 en Siria. La BBC reportó que si bien los esfuerzos de rescate se ven obstaculizados por el clima severo, se prevé que aumente el número de muertos en ambos países
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