Más de 153 personas fallecieron tras el terremoto de magnitud 7,7 con una profundidad de 10 kilómetros,que sacudió este viernes 28 de marzo pasado, Tailandia y Myanmar (ex Birmania). El epicentro se registró en la ciudad birmana de Mandalay. En Bangkok, capital de Tailandia, a más de 1.000 kilómetros al sur, un edificio en construcción se desplomó, dejando 43 trabajadores desaparecidos entre sus escombros, mientras 7 de ellos lograron escapar. En el caso de Myanmar, el país se ubica sobre la placa del subcontinente indio en el sur y la euroasiática al norte. La junta militar de Myanmar, que gobierna tras el golpe de Estado de 2021, decretó estado de emergencia y reportó la muerte de 144 personas y 700 heridos. Autoridades del país han solicitado ayuda internacional, algo inusual para los militares de la ex Birmania, por lo que se estima que el número de heridos o muertos es mayor al informado. En la vecina Tailandia, también se declaró zona de desastre y se confirmó al menos 9 víctimas mortales y 117 desaparecidos. La primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra informó que hasta ese momento se habían registrado 12 réplicas, pero que no hay riesgo de tsunami, al estar el epicentro en tierra firme, lejos de la costa.
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