Tras los ejercicios chinos con 71 cazas y 21 barcos de guerra, incluidos portaaviones alrededor de la Isla de Taiwán, realizados este martes pasado, las fuerzas taiwanesas decidieron responder activando a todo su personal de servicio. Taiwán considera que los ejercicios bélicos son un “desafío abierto al orden internacional que daña la estabilidad regional”. Su respuesta fue el despliegue de aeronaves, buques de la Armada y sistema de misiles costeros. Las autoridades de Beijing, por su parte, se mostraron molestas por la presencia de un barco estadounidense y luego de una fragata canadiense por el estrecho, que la milenaria china considera que le pertenece al igual que Taiwán. China envió unidades de la Armada, la aviación, el ejército y cohetes para entregar “una seria advertencia a las fuerzas separatistas que buscan la independencia de la isla”, señalaron las autoridades de Beijing. El Presidente taiwanés Lai, en varias ocasiones ha llamado a China como “fuerza hostil extranjera”, razón por la que el gigante asiático lo detesta y lo ha acusado de promover la “agenda separatista”.
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