Un alza de consumo de tranquilizantes sin receta, detectó el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA). El aumento coincidiría con llegada de la pandemia al país, situación que habría gatillado el explosivo uso de fármacos autorecetados, especialmente para dormir. Según SENDA el consumo de tranquilizantes pasó de 1,4% en 2018 a 2% en 2020, un aumento de un 42,9 %, mientras que consumo de alcohol se mantuvo estable.
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