Como en un juego de Poker, en contraposición a los vetos y prohibiciones sobre personas y empresas rusas, tras la invasión a Ucrania, Moscú está respondiendo con la misma moneda. El Kremlin dijo este martes que prohibió la entrada al país a la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, esposa del presidente Joe Biden, su hija y otros 23 ciudadanos estadounidenses, a quienes incorporó a una ‘lista de exclusión’. Un vocero ruso dijo, «Esto es por reacción a las sanciones estadounidenses en constante expansión contra figuras públicas y políticas rusas”.
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