El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha desmentido categóricamente las informaciones que sugerían que Venezuela había solicitado asistencia militar adicional a Moscú. Esta declaración se produce en un contexto de crecientes tensiones internacionales, marcado por las recientes amenazas de intervención militar por parte de Estados Unidos y sus operaciones contra supuestas embarcaciones narcotraficantes en aguas del Caribe y el Pacífico. Lavrov subrayó que no existen solicitudes formales de ayuda militar, enfatizando que la cooperación bilateral se rige por acuerdos preexistentes, como el amplio pacto de asociación estratégica ratificado en mayo, que abarca áreas como seguridad, energía, comunicaciones, transporte y finanzas. Además, el canciller ruso calificó de «inaceptables» las acciones estadounidenses, argumentando que violan el derecho internacional y reflejan una actitud de superioridad. Pese a esto, reiteró el compromiso de Rusia de cumplir con sus obligaciones contractuales, en línea con el acuerdo estratégico pendiente de ratificación final. Las operaciones militares de EE.UU., que han resultado en decenas de embarcaciones hundidas y numerosas víctimas, han sido denunciadas por Naciones Unidas, Venezuela y Colombia como ejecuciones extrajudiciales, exacerbando los temores de una posible intervención terrestre en la región. Este escenario subraya la complejidad de las relaciones geopolíticas y los riesgos de escalada en un momento crítico para la estabilidad hemisférica.
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