Molestia mostró el Kremlin este jueves, por los dichos del Canciller alemán entrante, Friedrich Merz, quién barajó la posibilidad de enviar misiles Taurus, de largo alcance, al gobierno de Kiev, algo que su antecesor Olaf Scholz, no quiso hacer. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores rusa, María Zajarova, sostuvo que si era atacada una infraestructura de transporte rusa con estos misiles alemanes, “se consideraría como una participación directa de este país en las hostilidades”, ya que para utilizarlos se necesita de la ayuda militar germana. Merz sostuvo el pasado lunes, que el enviar estos misiles permitiría a Ucrania destruir por ejemplo el puente que comunica Rusia con Crimea y cortar sus suministros. Dmitri Peskov, portavoz ruso, agregó que el uso de estos misiles, llevaría a una “escalada del conflicto”. Sin embargo, Estados Unidos e Inglaterra ya habían enviado misiles de largo alcance anteriormente. Por su parte, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, acusó este jueves a China de enviar armamento a Rusia, artillería y pólvora. “Pienso que podremos hablar muy detalladamente de ello la semana próxima, sobre todo sobre la información que nos hace considerar que representantes de China están implicados en la producción de ciertas armas en territorio ruso”, dijo el mandatario ucraniano.
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