Tres ONGs internacionales establecidas en Afganistán, como son Save the Children, Care International y el Consejo Noruego para los Refugiados, han decidido suspender sus actividades en el país, debido a amenazas del Gobierno Talibán. El tenor de estos amedrentamientos, es simple y claro: si las organizaciones, tanto extranjeras como nacionales, (unas 180 como mínimo), seguían trabajando con mujeres afganas, el régimen Talibán les suspendería los permisos. «No podemos llegar de manera efectiva a niños, mujeres y hombres que están desesperados por ayuda sin nuestro personal femenino” expresaron las organizaciones arriba mencionadas. El problema es aún más profundo, pues estas mujeres son, en muchos casos, la única y mayor fuente de ingreso de sus familias. La ONU expresó su condena por esta decisión.
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