A medida que se acerca el fin de año, el Gobierno chileno y el Senado enfrentan presión para cumplir con el plazo acordado para la reforma de pensiones, una medida crucial que debe ser despachada de la comisión de Trabajo antes de fin de año y completar su segundo trámite constitucional en enero de 2025. La discusión, sin embargo, ha sido lenta y está estancada en puntos críticos como la distribución del 6% de cotización adicional, la licitación de stocks de afiliados, y el futuro de la industria de las pensiones. La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, intenta tranquilizar al público asegurando que el equipo técnico sigue trabajando en los detalles más complejos de la reforma, y destaca la importancia de cumplir con los tiempos establecidos en el acuerdo. Durante la última sesión de la comisión de Trabajo del Senado, se aprobó una modificación del sistema de multifondos a un sistema de fondos generacionales, limitando así la capacidad de elección individual en favor de un esquema que ajusta la exposición al riesgo basado en la edad del cotizante. Esta propuesta pretende mejorar las rentabilidades a largo plazo y garantizar seguridad en la jubilación. Sin embargo, la eliminación de la capacidad de elección sobre los fondos ha generado debate sobre la libertad en el sistema de pensiones, con la ministra Jara argumentando que, históricamente, las elecciones individuales no han beneficiado a los cotizantes según los datos.
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