Desde agosto de 2025, la Reforma de Pensiones en Chile exigirá a los empleadores aumentar en un 1% las cotizaciones previsionales de sus trabajadores, como parte de un incremento gradual que alcanzará el 7% en un plazo de hasta 11 años. Este nuevo aporte no afectará los sueldos de los trabajadores y se divide en un 0,1% destinado a las cuentas individuales de AFP y un 0,9% al nuevo Seguro Social, que financiará la Compensación por Expectativas de Vida para mujeres, con el objetivo de avanzar hacia pensiones más equitativas. Los empleadores deberán implementar este cambio antes del 10 de septiembre si lo hacen manualmente, o hasta el 13 de septiembre si usan la plataforma Previred. Este aporte adicional es obligatorio solo para trabajadores dependientes, mientras que para los independientes será voluntario. La medida se suma a otras disposiciones de la reforma, como el aumento de la Pensión Garantizada Universal y la creación del Fondo Autónomo de Protección Previsional, en el marco de un rediseño integral del sistema de pensiones en Chile.
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