A medida que se extiende dramáticamente el conflicto entre Rusia y Ucrania, otro frente de combate se la ha abierto a Vladimir Putin, pero esta vez, en el mundo online. El gigante tecnológico Meta, dueño de Facebook, Instagram y WhatsApp, bajo la excusa de servir como agencia de monitoreo financiero de occidente, fue incorporado por Rusia a la lista de organizaciones “terroristas y extremistas”’. El Kremlin prohibió el uso de estas redes sociales en toda la Federación Rusa, por tolerar y ser cómplice de actividades extremistas en su plataforma, todas dirigidas hacia Rusia.
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