El gobierno cubano respondió a las multitudinarias protestas del domingo enviando camiones con arroz y leche, pero el descontento persiste. Aunque Santiago de Cuba amaneció «tranquila», según algunos residentes, las medidas gubernamentales no han aliviado las preocupaciones. No se ha confirmado el número de detenidos por las protestas que se extendieron por varias provincias del país. Los residentes señalan que los alimentos enviados son una medida temporal y que la presencia policial en las calles ha aumentado, generando tensiones adicionales.
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