El proyecto INNA, un megaproyecto energético de la empresa AES Andes que busca instalar una planta de hidrógeno líquido y amoníaco verde en el desierto de Atacama, ha generado un intenso debate político y científico en Chile. La controversia surge porque la ubicación propuesta, a pocos kilómetros del Observatorio Paranal de ESO, amenaza con causar contaminación lumínica significativa, afectando la calidad de los cielos oscuros esenciales para la astronomía mundial. En el reciente debate Anatel, los candidatos presidenciales Jeannette Jara y José Antonio Kast presentaron posturas divergentes: Jara priorizó el proyecto por su potencial exportador y generación de empleo, mientras que Kast defendió la preservación de los cielos únicos de Antofagasta, sugiriendo relocalizar la iniciativa en otras regiones como el sur del país. Diputados de la región de Antofagasta, incluyendo a Sebastián Videla y Jaime Araya, han expresado su apoyo a la posición de Kast, argumentando que el proyecto representa un riesgo irreversible para la astronomía chilena y su posición internacional. Araya destacó que los cielos de la zona son una ventana al universo de valor inestimable para la humanidad, y criticó la persistencia en emplazar el proyecto en un lugar tan sensible.
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