La zona central de Chile se prepara para enfrentar una ola de calor intensa durante esta semana, con temperaturas que podrían superar los 34°C en áreas interiores. Este fenómeno meteorológico es impulsado por la combinación de una dorsal en altura y una baja costera activa, configuraciones típicas del verano chileno que, en esta ocasión, alcanzarán niveles de severidad significativos. La dorsal en altura, un sistema de alta presión en niveles medios y altos de la atmósfera, actúa como una barrera que inhibe la formación de nubes, favoreciendo el calentamiento diurno y generando condiciones de estabilidad con cielos despejados. Simultáneamente, la baja costera refuerza el contraste térmico entre el litoral y los valles, limitando la influencia marina y provocando un calentamiento extremo en el interior debido a efectos de compresión adiabática. Como resultado, ciudades como Santiago, Talca y Chillán experimentarán máximas de hasta 34°C, especialmente el martes, mientras que localidades costeras como Pichilemu y Constitución mantendrán temperaturas más moderadas, entre 17°C y 22°C. Ante este escenario, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) ha emitido avisos por altas temperaturas, alertando sobre riesgos para la salud de grupos vulnerables y un aumento en el peligro de incendios forestales.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis




