Fue un símbolo del estallido social. Roberto Campos, el profesor de matemáticas que se hizo conocido por haber sido imputado, tras saltar y romper un torniquete del Metro San Joaquín durante las manifestaciones del 18 de octubre, y quién pasó 56 días encarcelado, hasta ser liberado, nuevamente hizo noticia. Este domingo, volvió a ser detenido por Carabineros, esta vez por vandalizar con rayados la fachada recién pintada de la Iglesia de San Francisco en Santiago. El llamado “Profesor del Torniquete”, fue apresado junto a otros cuatro individuos, mientras pintaba consignas anárquicas en las vetustas paredes del templo colonial, ubicado en pleno centro de la capital. Al verse sorprendidos por la presencia de funcionarios de la Prefectura Santiago Centro, el grupo huyo en distintas direcciones, siendo apresado cinco de ellos, incluido Campos. Tras ser pasados a control de detención, él y una mujer, que fue detenida junto al “profesor”, quedaron con arresto domiciliario. El Gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, anunció “una querella en contra del docente y sus acompañantes, por dañar un Monumento Histórico que les pertenece a todos los chilenos, independiente de su credo religioso».
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