El Juzgado de Garantía de Alto Hospicio ha decretado prisión preventiva para 11 gendarmes acusados de integrar una red de tráfico de drogas que operaba dentro del recinto penitenciario. La investigación, dirigida por la Fiscalía de Tarapacá y la Policía de Investigaciones (PDI), revela que la organización incurrió en delitos graves como lavado de activos, microtráfico y cohecho reiterado. Trinidad Steinert, fiscal regional de Tarapacá, subrayó que la medida cautelar se adoptó tras considerar que la libertad de los imputados representaba un riesgo para la seguridad social, respaldando así los argumentos del Ministerio Público. Además, otros tres funcionarios penitenciarios enfrentan arresto domiciliario total y arraigo nacional, mientras que la Fiscalía ha apelado en el caso de uno de ellos, remitiendo la decisión a la Corte de Apelaciones de Iquique para una revisión de la medida cautelar. En paralelo, tres civiles detenidos durante el operativo han sido sometidos a las mismas restricciones, en línea con las solicitudes de la Fiscalía y el Consejo de Defensa del Estado. Este caso destaca los esfuerzos continuos por combatir la corrupción y el crimen organizado en instituciones penitenciarias, con implicaciones para la integridad del sistema judicial chileno.
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