No es difícil entender, el porqué del escalamiento en los precios del aceite comestible en las últimas semanas. La paralización de las exportaciones de Ucrania y las cuotas introducidas en Rusia, han hecho entrar en pánico a los consumidores, ya que ambos países -actualmente en guerra- son los principales productores de aceite de girasol. Ucrania, provee del 50% de este insumo al mundo, mientras que Rusia lo hace en un 28%. A pesar del conflicto bélico, “la demanda global sigue y la crisis perdura”.
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