Un clima enrarecido se respira tanto en la Policía de Investigaciones, como en Carabineros, tras conocerse supuestos vínculos de funcionarios de estas instituciones, con el megarobo de la empresa de valores Brinks en Rancagua. El escenario, no es de los mejores en ambas policías. Ello especialmente después que el director general de la PDI, Eduardo Cerna, ordenó el retiro inmediato del Prefecto Provincial de Cachapoal por su eventual responsabilidad en la dilación en la entrega de información en el caso. Su salida se sustentaría en la tesis que la PDI de O´Higgins, habría contado con información privilegiada por lo menos 20 días antes,, de que se preparaba un gran robo a la empresa de valores asaltada. Por lo mismo, la dirección de la PDI instruyó la apertura de un sumario administrativo. Por su parte, si bien también existirían supuestas rumores que señalarían complicidad por parte de Carabineros de Rancagua, el general director de la policía uniformada, Ricardo Yáñez, descartó que existan antecedentes que vinculen a funcionarios de su institución en el robo. “No existe ningún antecedente que dé cuenta de aquello, lo que no significa que no se va a investigar. Ahora, si hubiera alguien involucrado, no nos vamos a demorar ni un segundo, ni un milímetro, en tomar las decisiones más drásticas con ellos.”, dijo el general Yáñez.
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