Tras la reciente solicitud de quiebra del gigante de la construcción, Claro, Vicuña y Valenzuela (CVV), hecho que significaría dejar 30 obras paralizadas y despedir a más 2.500 trabajadores en todo el país, el sector inmobiliario chileno entró en pánico. Una de las razones que tuvo la empresa para tomar la decisión, sería el alza imparable de precios de los materiales de construcción. Con una inflación que en doce meses bordea el 14%, el escalamiento de precios de los materiales, que llegó a un 37% , golpeó duramente a este nicho. Por ello, la empresa SalfaCorp, otro megaacorazado de la industria, decidió realizar un aumento de capital de $1oo millones de pesos en acciones, con el objetivo de “robustecer su estructura financiera”. Así, la compañía se cubriría económicamente para poder ejecutar los contratos que conforman su “backlog” (saldo de obras por ejecutar) cifra que asciende, aproximadamente, a $1.500.000 millones de pesos.
Síguenos en:
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis
