Nueva York se declaró en “estado de emergencia”, debido al violento brote de poliomielitis que está afectando a la ciudad. En un esfuerzo por aumentar las tasas de vacunación, después de que aumentara la evidencia de la propagación del virus, el cual se encontró en muestras de aguas residuales en el condado de Nassau en Long Island, se inició todo un protocolo sanitario para combatirlo. Nueva York comenzó a vigilar las aguas residuales después de que un adulto no vacunado, contrajera poliomielitis en el condado de Rockland en julio y sufriera parálisis, la primera infección conocida en los EE.UU. en casi una década.
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