Tras el anuncio, el pasado 22 de septiembre, del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien aseguró que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) advertirá a médicos sobre una supuesta relación entre el consumo de acetaminofén (paracetamol) durante el embarazo y un riesgo elevado de autismo, el mundo reaccionó sorprendido. Desde la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Maule (UCM), el director de la Escuela de Química y Farmacia, Paulo González, entregó claridad sobre este tema, enfatizando que no existe respaldo científico para dichas afirmaciones. “El paracetamol es un medicamento seguro, cuyo principal uso es como analgésico y antipirético. A diferencia de otros fármacos, no tiene acción antiinflamatoria y por lo mismo presenta menos riesgos asociados”, explicó. El académico detalló que, para ser aprobado, todo medicamento atraviesa estudios clínicos rigurosos en distintas fases, además de sistemas de farmacovigilancia que permiten detectar posibles efectos adversos en el tiempo. En ese marco, señaló que la evidencia disponible descarta una relación directa entre el paracetamol y el autismo. “No hay estudios que evidencien que su uso en mujeres embarazadas incremente el riesgo de autismo, déficit atencional u otras discapacidades intelectuales. De hecho, investigaciones serias, como las publicadas en la revista JAMA, muestran lo contrario”, indicó el académico.
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