Tras la “hoja de ruta” acordada entre Bolivia y Chile que permitiría “normalizar las relaciones” bilaterales congeladas desde el 17 de marzo de 1978 y que hasta ahora eran consulares, Bolivia dejó muy claro que a pesar del acuerdo no renunciará a su derecho sobre el mar. El Canciller boliviano, Rogelio Mayta, señaló que «mantendremos nuestra posición histórica e irrenunciable por la reivindicación marítima».
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