Cuando comencé mi carrera como Ingeniero Comercial, me tocó realizar entrevistas para la selección de personal. No tenía experiencia, solo teorías y listas de preguntas que nunca utilicé. Me guiaba por algo más instintivo: observaba a las personas que entrevistaba, la forma en que respiraban antes de responder, cómo sostenían la mirada o se movían al hablar. Sin saberlo, ya estaba observando la coherencia interna: ese instante en que el cuerpo confirma o contradice lo que la mente dice.
Con los años comprendí que esa intuición tenía una explicación profunda: no era solo percepción, era neurobiología.
Como mente roja, mi atención se orienta naturalmente al movimiento, al gesto y a la energía corporal; por eso leer a las personas me resultaba tan fácil, porque mi cerebro registra primero lo que sucede en el cuerpo antes que en las palabras. Y así como mi forma de conectar ocurre a través de la acción y el cuerpo, hay personas que lo hacen desde la lógica, la estrategia o la emoción.
Cada color cerebral representa una manera distinta de procesar la realidad. Las mentes azules piensan con lógica: buscan orden, claridad y precisión. Las verdes crean con visión: conectan ideas, imaginan y abren caminos. Las rojas actúan con energía: aprenden haciendo y concretan resultados. Y las amarillas sienten con empatía: conectan, colaboran y comunican con emoción.
Cuando vivimos alejados de nuestra zona natural, la energía se dispersa: aparece el cansancio, la desmotivación o la sensación de estar desconectados de lo que hacemos.
Piensa en ese contador rojo que pasa el día entre planillas azules: eficiente, pero agotado. No porque no le guste su trabajo, sino porque su naturaleza necesita movimiento, contacto humano y acción. No necesita cambiar de oficio, sino incorporar tareas que activen su color natural: liderar, conversar o simplemente poner cuerpo y emoción en lo que hace.
¿Cómo saber cuál es tu color?
El Neurotalento se determina a través de una evaluación psicométrica que identifica las áreas del cerebro con mayor predominancia y facilidad natural. En la práctica son cincoTests que permiten determinar cómo cada persona piensa, siente y actúa con menor esfuerzo y mayor energía, integrando aspectos cognitivos, emocionales y conductuales.
A partir de este diagnóstico, se orienta el desarrollo de habilidades, la toma de decisiones y la gestión del bienestar personal y laboral. Conocer tu Neurotalento no es solo entender cómo piensas, sino también descubrir dónde tu mente descansa, tu energía fluye y tu autenticidad se vuelve productividad. Porque al final, rendir sin agotarse es aprender a habitar el color que te sostiene.
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