Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Chile registró en marzo de 2024 una caída del 27,2% en los nacimientos respecto del mismo mes del año anterior, alcanzando el nivel más bajo desde que se tiene registro. Esta tendencia, que ya supera una década, preocupa por sus consecuencias e impacto futuro en el sistema económico y social del país. Para el académico de la Universidad de Talca, Claudio Riveros Ferrada, la baja natalidad tiene causas estructurales que van mucho más allá del bolsillo y se relacionan con “la iniciativa personal y autonomía, que está concentrado fundamentalmente en las mujeres, una segunda razón que es económica y un tercer factor que es cultural”. El académico utalino también señaló que los factores laborales y sociales son determinantes y “están relacionados con aspectos ligados, fundamentalmente, al trabajo y a la autonomía personal. Podemos decir que hay una autonomía de la mujer y ahí hay un cambio cultural, porque si antes era mal mirado que una mujer no tuviera hijos, hoy se entiende y se acepta socialmente que tenga el libre derecho a no tenerlos”, afirma. Además, debemos considerar que, en el caso de Chile, quien carga finalmente con el cuidado de los hijos es la mujer, a lo que se adiciona el alto costo de vida en nuestro país”, asegura Riveros.
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