Podrá estar acusado por todas las cortes del mundo, vilipendiado por moros y cristianos y fichado cual delincuente, pero la vida no cambia para el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, especialmente si está en carrera presidencial. El está en otra sintonía. Y así lo hizo saber a todos este jueves, cuando en un momento de relajo de su gira por el Estado de Iowa, pasó a comer a un bar. Casi instantáneamente, el lugar se llenó de partidarios, quienes comenzaron a corear «Queremos pizza de Trump». En un acto espontáneo, la multitud se quedó gratamente sorprendida, cuando el polémico millonario comenzó a pedir y pedir cajas de pizzas familiares a los encargados del local, las cuales empezó a regalar a la gente que lo vitoreaba. Un video del dadivoso momento del exmandatario, rápidamente se volvió viral en la plataforma de redes sociales X., donde muchos se preguntaban si la generosidad de Trump ¿habrá sido en realidad un gesto del momento o todo estaba pauteado?
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