Una mujer de origen indio, a la que le dieron solo unos meses de vida hace unos años, está celebrando después de que los médicos dijeran que no muestra ninguna evidencia del cáncer terminal de mama que padecía, tras participar en un ensayo clínico durante dos años, en un hospital del Reino Unido. Jasmin David, de 51 años, de Fallowfield en Manchester, sirvió de “conejillos de Indias” de un medicamento experimental, combinado con Atezolizumab, administrado por vía intravenosa que ella continúa tomando cada tres semanas.
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