La ministra de la Mujer, Antonia Orellana, expresó su descontento con la diputada Maite Orsini por sus recientes acciones en medio de un caso de violación que involucra a su expareja Jorge Valdivia. Orellana cuestionó la intervención de Orsini en el proceso, especialmente por su contacto directo con la fiscal a cargo de la investigación. Este incidente ha exacerbado las tensiones dentro de su partido, el Frente Amplio, donde ya existía una percepción negativa sobre la gestión y el compromiso político de Orsini. La ministra y otros miembros del partido han sugerido que Orsini ha excedido los límites de su función, poniendo en riesgo la objetividad y la seguridad de las investigaciones judiciales. La dirección nacional del Frente Amplio ha considerado llevar el caso de Orsini ante el tribunal supremo del partido, dado su impacto potencialmente negativo en la integridad del proceso judicial y en la imagen del partido. Estas preocupaciones surgen luego de que Orsini, pese a estar con licencia médica, mantuviera comunicación con la fiscal, lo que ha sido interpretado por algunos como una intrusión indebida en un caso legal sensible. La situación ha llegado a un punto crítico donde la dirección del partido ha propuesto evaluar y posiblemente sancionar a Orsini a través de sus mecanismos disciplinarios internos.
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