Tras las recientes inundaciones que causaron devastadores daños en varias partes de Nueva Delhi, la capital de India, ha surgido una triste realidad que comienza a salir a flote. Las vidas de miles de personas que vivían cerca del río Yamuna, han sido destrozadas por la fuerza de la naturaleza, quedando con sus viviendas completamente bajo el agua, la dramática escasez de alimentos y un futuro incierto. Si bien el gobierno indio ha hecho inmediatos arreglos para proveer de alimentos a las víctimas, además de entregarles agua potable y tiendas de campaña en ciertas áreas, el esfuerzo literalmente queda corto, ya que son miles de personas que aún necesitan una urgente asistencia. La semana pasada, entre el sábado y el domingo, Delhi recibió 153 mm de lluvia , la cifra más alta caída en 41 años. Después de las fuertes aguaceros en el norte y el noroeste de la India durante el fin de semana, los niveles de agua en todos los ríos principales de las regiones aumentaron peligrosamente, lo que llevó al gobierno indio a emitir una advertencia de una posible nueva inundación.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis