Cerca de tres mil delfines han muerto desde que comenzó la guerra en Ucrania, según informó el biólogo ucraniano Ivan Rusev, del Parque Natural Tuzlivski Lymany, en el Mar Negro. La reserva natural, sufre las consecuencias de la guerra, especialmente los cetáceos que se ven afectados según él por los sonares de los submarinos rusos, que interfieren en el sistema de navegación de los delfines. “Cuando la guerra termine, hará falta crear una gran reserva marina para ayudar a que se recupere rápidamente la menguante población de delfines”, afirmó Rusev.
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