Investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, realizaron un inédito estudio en el desierto de Atacama, que puede tener importantes aplicaciones biotecnológicas relacionadas con la respuesta al estrés, la reparación de ADN y la resistencia a metales pesados. Los científicos identificaron familias de bacterias y órdenes de arqueas hasta ahora desconocidas en el Salar de Ascotán, un entorno sometido a condiciones extremas de altura, radiación ultravioleta, salinidad y saturación por metales. El trabajo se suma a otro estudio que secuenció el genoma de un enigmático pez -único en el mundo- que adaptó su organismo para sobrevivir en este entorno. El Salar de Ascotán es uno de los 52 salares del desierto de Atacama, un lugar rico en metales pesados como el arsénico, el cadmio y el cobre, que además está expuesto a elevados niveles de radiación ultravioleta y salinidad, así como a condiciones extremas de altitud, oscilación térmica y bajos niveles de oxígeno. Esta inhóspita zona, ubicada en el norte de la Región de Antofagasta, a 3.716 metros de altura, y muy cerca de la frontera con Bolivia, fue explorada por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, con el propósito de conocer las formas de vida capaces de sobrevivir en este tipo de entornos tremendamente hostiles, de los cuales aún se sabe poco.
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