Denuncias de ejecuciones de civiles y de militares prisioneros afganos, represión de manifestaciones en contra, impedir que las niñas reciban educación, prohibir que mujeres se desplacen y reclutar niños para que ejerzan como soldados, son algunos de los crímenes que se le adjudican a los Talibanes. Ellos ahora son materia de análisis de la alta comisionada de la ONU para los derechos Humanos, Michelle Bachelet.
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