Mayo de 2024 ha marcado un hito climático en Santiago, convirtiéndose en el mes de mayo más frío registrado, rompiendo un récord de 26 años desde 1988. Además, ha sido el primer mayo con superávit de lluvias desde 2017, contribuyendo a que la zona central del país esté sin déficit de precipitaciones, replicando patrones de hace décadas. Dos fenómenos climáticos, descritos por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), han influido en este escenario: la alta presión fría y la corriente en chorro. Estas condiciones han traído estabilidad y ausencia de precipitaciones, mientras que estrechos corredores de viento han afectado las temperaturas.
El climatólogo Raúl Cordero de la Universidad de Santiago señala que el otoño meteorológico de 2024 ha terminado con temperaturas excepcionalmente bajas, aunque marzo y abril fueron cálidos, equilibrando el promedio. Mayo experimentó dos olas de frío, acumulando 12 días con temperaturas bajo cero. Mayo de 2024 ha sido el más lluvioso desde 2002, y el otoño más húmedo desde 2008. Sin embargo, el inminente desarrollo de La Niña en el Pacífico Tropical podría reducir las precipitaciones en los próximos meses, con pronósticos indicando un invierno con precipitaciones por debajo de los valores típicos y temperaturas más bajas que en años recientes, según Cordero.
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