Un matrimonio que se realizaba en la Capilla Santa Teresita de Las Condes, que superaba completamente el aforo permitido en pandemia, terminó con un fiscalizador golpeado por el padre y el hermano del novio, que no aceptaron la fiscalización que realizó un funcionario municipal, que habría sido alertado por vecinos, tras comprobar que al menos entre 60 a 70 personas asistían a la ceremonia.
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