La industria de la construcción en Chile se encuentra en una encrucijada crítica, con más del 53% de sus proyectos en fase de conclusión. De acuerdo con el último informe de Iconstruye, de 939 obras activas, 496 están terminando, lo que eleva las preocupaciones sobre el exceso de inventario y el impacto en el mercado inmobiliario. Los proyectos residenciales constituyen la mayoría, con 314 obras, seguidos por 87 desarrollos de infraestructura y 60 comerciales. Este desbalance podría profundizar la crisis sectorial, afectando inversión y empleo. El alto porcentaje de proyectos en su etapa final podría disparar el desempleo, dado que la construcción emplea alrededor del 10% de la fuerza laboral nacional. Además, la entrada en vigor de nuevos proyectos está significativamente reducida, con solo 31 desarrollos iniciados en agosto, un 48.3% menos que el promedio de 2019. Este estancamiento en la iniciación de nuevas construcciones presagia un futuro económico desafiante para el sector.
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