En una reciente declaración pública, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, negó la presencia actual de la banda criminal conocida como el Tren de Aragua en Venezuela, declarando que la organización ha sido completamente desmantelada y reducida a “polvo cósmico”. Sin embargo, Maduro acusó a los expresidentes Iván Duque de Colombia y al fallecido Sebastián Piñera de facilitar la expansión internacional de la banda al trasladar a sus miembros fuera del país. Esta acusación surge en un contexto de tensiones crecientes entre Venezuela y Estados Unidos, especialmente después de la deportación de presuntos miembros de la banda a El Salvador, lo que Maduro describió como una humillación y un secuestro por parte de Washington.
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